No había escrito porque parece que me dió tendonitis en la muñeca derecha, así que el doc dice que necesito reposo. Pasé el peor 14 de febrero de toda la vida preocupándome por mi mano y con una inyección de complejo B, que duele pa´su madre! No manches cómo arde la maldita cosa!
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Luego de ir a Sacre Coeur nos fuimos a Ópera, pero llegamos 15 min antes de que cerraran. Así que nos sentamos en las escaleras y luego me despedí para llegara tiempo a la Gare.
Ese fin de semana mi tía condujo su auto, me llevó a Chateaux Gallard, que es un castillo que está como a media hora de Evreux, y allí pasamos un buen rato viendo lo que quedaba del castillo, que no era mucho. Éste se alzaba sobre un promontorio bastante alto desde donde había una vista maravillosa, de todo el valle de alrededor, por allí pasa el Sena, que muchisimos kilómetros más adelante atraviesa París hasta dar a Diosabedonde.
Para el 15, que era lunes, quedé con Mapisaze en el Arco del Triunfo y allí iba a llegar Cons para irnos a la fiesta del grito. ¡Pufff! Cons se veía bien guapetona, y Mapi también como siempre. Entonces nos fuimos al salón donde era la fiesta de la embajada de México. Ahí me encontre a Male y Fer con sus galancitos. Estaba hasta el queke, los tragos y la comida carísimos, era una jalada. También había puro niño fresa, es más, parecía fiesta de la Universidad Anáhuac. Pero estuvo muy padre, el ambiente se puso bien chido, y luego llego una banda, tocaron machín, pero el griterío se multiplicó cuando llegaron los pinches mariachis. ¡Que debraye! Lo malo es que Cons se tuvo que ir temprano, antes del grito, porque tenía que hacer algo. Además estaba como de malas por su novio el franchute, sospechaba que le ponía el cuernin o se portaba raro, no sé.
Luego estábamos platicando con un guey, y lo único que hacía era quejarse de los franceses, que son elitistas, que son bien mamones, que bla bla. Francamente me dio mucha hueva el pobre, pero si no le gustaba estar allí ¿porqué no mejor se largaba? Y así había muchos mexicanos que se quejaban de los españoles y los franceses, sobre todo de los primeros… pensando en ello me sentí reflejado en él y me dio vergüenza.
Cuando dieron las 11, la hora del grito de Independencia, sacamos toda la melancolía que traíamos dentro. “Viva Hidalgo, vivan los héroes que nos dieron patria” y el “Viva México” nos salió, no es por nada, retee machín. Y en media hora toda la concurrencia estaba bien, pero bien peda. La pista estaba atascada de baile, y poco a poco el piso se empezó a llenar de botellas rotas. El baño parecía que había explotado de líquidos y cosas extrañas. Había chicas que entraban a trompicones apenas logrando contener el vómito y hasta afuera podía escuchar las alegres arcadas. La señora francesa que cuidaba el baño estaba pálida de preocupación la pobre. Como a las 2 o 3 de la mañana nos empezaron a correr así que le dije a mi amigo de Monterrey si me podía quedar con él. Mapi ya vivía cerca así que se quedo otro rato. La salida del salón estaba irreconocible. Junto a las escaleras había una chica (mas bien una niña) dormida sentada sobre su propio vómito, al lado gueyes fajando, o platicando, chupando (bebiendo).
Bien buena onda mi cuate me presto unas cobijas y me jetée en friega. El vivía en un edificio donde se rentaban cuartos a estudiantes; eran habitaciones minúsculas en una buena lana. Al otro día tuve que faltar a clase de fonética, me dio mucha pena pero es que estaba más muerto que vivo. Lo malo es que desde entonces me empezó a doler la garganta y a inflamárseme las anginas.
Al otro día quedé con Margarita, María Rosa e Inma, la valenciana, no me acuerdo que día fue, pero todas las entradas a los monumentos eran gratis. Esta vez sí entramos al Arco del Triunfo. El pasaje subterráneo lleva al centro de la Plaza Charles de Gaulle, donde está el Arco, se sube por una escalera estrecha de piedra, que termina en un pequeño museo que retrata la historia del arco. Se sube un poco más y se alcanza el techo, desde allí hay una vista impresionante de la ciudad.
De allí nos fuimos donde despacha el presidente Chirac, había una cola kilométrica así que nunca entré allí. Yo antes pensaba que Chirac era popular pero no, es especialmente odiado por sus políticas neoliberales, y aún más el entonces ministro del interior Raffarin un tipo de mano dura y muy nefasto. Más tarde perdió vergonzosamente el cargo y lo ocupó un tipo igual o peor, Sarkozy quien se hizo famoso durante la Rebelión de los Guetos en noviembre pasado (2005) al comparar a los jóvenes marginados con “escoria humana”.
Bueno X, total que fuimos a la casa de estudiantes donde se quedaban ellas (hostal sólo para señoritas) para que se cambiarán porque había un concierto en Parque de la Villete. Esa casa de estudiantes es lo más parecido al paraíso que haya visto.Allí había otra amiga de ellas, una madrileña llamada Nuria, que nos estaba esperando para ir en bola. Así que me senté con ella pero francamente tenía una cara de pocos amigos, así que yo también puse cara de mamón. Ni modo, como no había nadie más pues me puse a platicar con ella pero para mi sorpresa Nuria era de risa fácil, como Inma. Por alguna razón (mucho después me iba a dar cuenta) los españoles dicen que nosotros hablamos muy “chistoso”, pero “suavemente”, y que nuestro argot es tan extraño para ellos que parece que hablamos otro idioma (Chale chale ¿que pex? ¿Porque *ingaos será?). Eso dicen de nosotros los mexicanos.
Mas tarde llegó una rubia con una mini que revelaba unas piernas kilométricas… era Inma! No la había reconocido. Y miles de horas después bajaron Margarita y Maria Rosa , al fin tomamos el metro y nos fuimos. Esa noche estuvo increíble, Nuria e Inma me preguntaron que cómo les llaman a los españoles en México: pues Gachupines les dije. Estaban atacadas de risa por esa nueva palabra. Además es curioso que para nosotros el día de Independencia es tan importante, para los españoles no significa nada, es una fecha olvidada en su historia. (En ese viaje me encontré de todo, un amigo madrileño pensaba que México aún era colonia española –lo juro-, otro que creía que Los Ángeles es una ciudad de nuestro país, otro que México no esta en Norteamérica, alguien me preguntó quien era el rey de México(!), un gringo que no sabía qué idioma se habla (¡un gringo!) y un largo etcétera).
Compramos mucho vino (hay botellas que cuestan desde un euro = 14 pesos) y aunque ya no vimos el concierto si llegamos a ver los fuegos artificiales. Cenamos falafel, platicamos y caminamos. Y antes de que cerraran el metro ellas se fueron al hostal y yo al Sejour donde antes se quedaba Mapi. Hubiera dado mi ojo izquierdo por quedarme con ellas pero en el hostal no se admitían hombres ¡ayyyaaaa!
Total llegué al Sejour y en la entrada me encuentro a Felipe y al otro guey cuyo nombre no recuerdo (los amigos de Cons y Mapi). Como era medio temprano nos fuimos por mas botellas de vino y las metimos de contrabando. Así que nos fuimos a tomar en el jardín trasero, pero todos los chicos que allí estaban traían un desmadre marca no mam**. Nos unimos a la jerga, no había de otra. Habían unas alemanas bien locas mandándonos besos por la ventana. Otras hacían gemidos como teniendo sexo. Felipe se puso medio loco y ya quería ir por ellas. Gritales “ij lividij” le digo, “¿que es eso?” me pregunta el guey. “Tu hazlo”. Y ahí estaba Felipe gritando “te amo” a todo el mundo. Pero la verdad es que agarramos una jarra fenomenal y jugamos cartas con otros mexicanos hasta que nos rindió el sueño. Me fui a mi cuarto y me disponía a dormir pero el vino me habia cerrado la garganta que ya me dolía desde el día anterior, así que no dormí nada, que poca.