viernes, septiembre 03, 2010

Hasta pronto Germán

Oye Germán, ¿cómo es que te nos fuiste tan de repente? Eso es de muy mala educación. Bueno, ni modo. Recuerdo cuando mis padres me llevaron a la Planta de Luz a verte, yo de primeras no quería ir porque ¿para qué pagar para ver a un viejillo diciendo cosas de viejos? Tonto de mí. Hablaste de cuando tenías 20 (como yo en ése entonces), y yo no paraba de reír. Como disfruté de tus anécdotas, de tus bromas, de tus andanzas por la ciudad. Y desde entonces ya no pude dejar de leerte. Muchas gracias Germán Dehesa, te extrañaremos mucho, muchísimo.