Leyendo la reciente edición de La Revista, me voy enterando que se ha retomado el juicio al Padre Maciel. El P. Marcial Maciel es el fundador de los Legionarios de Cristo, la Historia de la congregación es asombrosa, porque después de haberse fundado en 1941 por unos cuantos pobres changos se ha vuelto una de las congregaciones más fuertes en el mundo, con más lana, y mejores conectes en el Vaticano, tanto así que cuando Maciel fue investigado por abuso sexual, Juan Pablo II se hizo guey y dió carpetazo a la investigación. Mírenlos, aquí estan los dos amiguitos, es una lástima porque el nombre de Juan Pablo quedará manchado por este tipo.
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Ahora bajo el pontificado de Benedicto se ha reabierto la investigación contra Maciel discretamente, y basta decir que esta bastante más enfermito de lo que se había pensado inicialmente. Lo malo es que las declaraciones de las víctimas de este tipejo son secretas o están incompletas. Aquí una denuncia de un sobrino de Maciel:
Alejandro Espinosa es sobrino de Marcial Maciel, hijo de Rafael Espinosa Maciel. Ingresó a la Legión de Cristo en 1950, a la edad de 12 años, “y en agosto de 1962 abandonó la vida religiosa, invadido por el firme propósito de denunciar las perversiones de Marcial, quien abusó de cientos de niños, adolescentes y jóvenes, haciendo grupos para su placer en todas las casas religiosas. Nada más inesperado y romántico: un ‘harén’ en cada claustro”, según describe en su libro “El legionario” en el que narra decenas de testimonios personales y de otros muchachos.
Sin embargo, cuando estábamos en la Uni, este ya era un secreto a voces, y aún así muchos nunca creímos varias de esas denuncias, hasta pensábamos que de seguro todo era mentira, pero nel, es muy real. Aquí otra declaración:
“La segunda ocasión que el padre Maciel abusó de mí fue así: era el Sábado Santo del año 1955... estábamos preparando los jardines para que lucieran muy bien... me encontré en el segundo piso, junto a las escaleras del servicio, al padre Maciel de sotana negra. Me tomó del brazo y me pidió que lo acompañara a la enfermería porque “no se sentía bien”. Una vez ahí se despojó del vestido talar y, con la luz apagada, se acostó en la cama y me preguntó si me había ya lavado los dientes... pasó el tiempo, casi en oscuridad, y estando yo a su lado como él quería, sin decir ninguna palabra me tomó con sus manos por la nuca y forzó mi cabeza a su cara: empezó a besarme en la boca y acariciarme los muslos...” (extracto de la declaración del 13 de marzo de 1996).
Lo que se me hace increíble es que la justicia mexicana, ni la europea, han hecho absolutamente nada, toda esta investigación esta a cargo del Vaticano y aun así no hay esperanza de que traiga justicia a las víctimas, porque claro, los Legionarios han hecho muchos y buenos favore$ a la alta jerarquía eclesiástica. La noticia completa que apareció en la Revista esta aqui.
Todo este asunto y muchos otros que se han originado alrededor del mundo -desde pederastía hasta sus manipulaciones políticas- muestran lo enfermo y decadente que se ha vuelto la Iglesia Católica, sólo basta verle la cara de chango a Norberto Rivera. Solamente una institución que nace de la degeneración puede crear más perversiones. La iglesia no tiene más la autoridad moral para guiar los valores de las naciones, no puede tener ni la jeta ni la verguenza para declararse tal, y a mi parecer nunca ha tenido la autoridad espiritual con la cual se funda, desde el mismo momento en que se cree única portadora de la Verdad, la cual han manipulado a lo largo de dos milenios. Es el tiempo, en que el hombre dé el siguiente paso a su evolución espiritual, simplemente no puede seguir como borrego aceptando los dogmas anticuados y retrógados que le dicta la Iglesia Católica o cualquier iglesia que le imponga al hombre miedo y redención, que le quite su libertad espiritual, o que le venda la supuesta "Verdad" cómo si fuera mercancía barata. Hay que tener simplemente fe en sí mismo, en encontrar la propia naturaleza espiritual, la de cada uno... y en verdad creo, deseo creer que estos son los últimos días para la Iglesia Apostólica Católica Romana... Amén.