El viernes, un día normal, salíamos todos de la oficina y nos encontramos con la noticia de que algún idiota había puesto una bomba en avenida Chapultepec, resultando un muerto y varios heridos. Nadie sabía nada y el de por sí asqueroso tráfico que se hace en la tarde se pusó más pinche todavía. La cuestión es que desde hace un par de años se está poniendo de moda poner bombas en México, en este caso parece que se trata de narcoterrorismo y el narco ya es nota de todos los días, y estos cuates tienen cada historia.
Según el libro El Cártel de Blancornelas, en el 94 uno de los Arellano Félix decidió matar a otro narco; el "Mayo" Zambada. Entonces le encargó a un libanés fabricar una bomba y ponerla en un auto frente a la casa del susodicho. El libanés a su vez le encargó a su chalán encargarse del asunto. El chalán preparó la bomba, la colocó y bum, no pasó nada, la había preparado mal. Arellano Félix se enfureció mandó llamar al libanés y éste le mando al chalán el cual fue torturado y asesinado. Irónicamente meses más tarde el libanés murió a tiros por hombres del "Mayo", el mismo tipo a quien había fallado matar.
El viernes pasó algo parecido. El tipo que iba a poner la bomba en Chapultepec le explotó en la chaqueta y lo mató. Bueno hasta poner bombas tiene su chiste. Pero que mal que estas cosas estén pasando más seguido, el narco en el casi todo el País y el EPR en refinerías y gasoductos; nunca hay responsables ni detienen a nadie. Sin embargo no sé por qué en la sociedad hay un cierto grado de tolerancia o ambigua moralidad en estos casos. Incluso hay pueblitos donde los narcos son bien vistos ¡y ya hasta tienen su santito! ¿Por qué el gobierno no encuentra a los cabezas de cárteles, por qué los gringos no acaban con el consumo y distribución de droga, o incluso por qué el PRD apoya grupos terroristas como el EPR o la APPO? Creo que es un tema para reflexionar un largo rato.