Una amiga me acaba de contar una historia chida. Igual que siempre voy a cambiar nombres pero la historia va así:
Hace unos 13 años en una casa de huéspedes de Polanco vivían varias personas, personas que venían de provincia a trabajar, extranjeros, estudiantes, etc.
Entonces resulta que uno de los huéspedes era un tipo que llamaremos Jóse, quien era un típico gay buena onda y vanidoso, parece ser que era una persona un poco excéntrica; a veces se vestía de negro, se maquillaba o hacía cosas extrañas y decía cosas también muy insusuales pero en sus maneras y formas debía de ser bastante agradable. El era pintor, y sus cuadros representaban dibujos muy locos; personas en posiciones extrañas, y escenas obscuras. Jóse no tenía mucho dinero así que ya no pudo pagar la renta de su cuarto, pero la casera le dió permiso de vivir en una casa de lámina en el techo.
Entre los demás huéspedes había otro que llamaremos Benancio, este tipo parece que se llevaba mal con todos y en algunas ocasiones tuvo riñas fuertes con el tal Jóse. En cambio Jóse no tenía problemas con los demás huéspede pero llamaba la atención de que en algunas noches se vestía de negro y salía a la calle, por lo que algunos huéspedes medio en broma le decían a la casera que Jóse era quizá el asesino que mataba putas en la Merced, ya que en el "Alarma" salían las fotos de las muertas y de testigos que decían que eran atacadas por un misterioso hombre de negro. O que Quizás Jóse se vestía de mujer para putear por las calles.
Entonces sucedió que una noche de Semana Santa Jóse tenía la música muy fuerte y no dejaba dormir a sus vecinos. Así que toda la madrugada estuvo con el ruido puesto hasta que en la mañana empezó a salir humo de su cuarto de lámina.
Los vecinos no lo pudieron sacar del cuartucho, así que cuando llegaron los bomberos apenas lo pudieron rescatar, pero sus piernas estaban totalmente quemadas. Jóse tenía un balazo en un glúteo y otro en el tórax, además de un hachazo en la cabeza. Nunca quiso decir quién lo había atacado. Le amputaron ambas piernas pero murió a los poco días, su último deseo fue verse en un espejo.
Hace unos 13 años en una casa de huéspedes de Polanco vivían varias personas, personas que venían de provincia a trabajar, extranjeros, estudiantes, etc.
Entonces resulta que uno de los huéspedes era un tipo que llamaremos Jóse, quien era un típico gay buena onda y vanidoso, parece ser que era una persona un poco excéntrica; a veces se vestía de negro, se maquillaba o hacía cosas extrañas y decía cosas también muy insusuales pero en sus maneras y formas debía de ser bastante agradable. El era pintor, y sus cuadros representaban dibujos muy locos; personas en posiciones extrañas, y escenas obscuras. Jóse no tenía mucho dinero así que ya no pudo pagar la renta de su cuarto, pero la casera le dió permiso de vivir en una casa de lámina en el techo.
Entre los demás huéspedes había otro que llamaremos Benancio, este tipo parece que se llevaba mal con todos y en algunas ocasiones tuvo riñas fuertes con el tal Jóse. En cambio Jóse no tenía problemas con los demás huéspede pero llamaba la atención de que en algunas noches se vestía de negro y salía a la calle, por lo que algunos huéspedes medio en broma le decían a la casera que Jóse era quizá el asesino que mataba putas en la Merced, ya que en el "Alarma" salían las fotos de las muertas y de testigos que decían que eran atacadas por un misterioso hombre de negro. O que Quizás Jóse se vestía de mujer para putear por las calles.
Entonces sucedió que una noche de Semana Santa Jóse tenía la música muy fuerte y no dejaba dormir a sus vecinos. Así que toda la madrugada estuvo con el ruido puesto hasta que en la mañana empezó a salir humo de su cuarto de lámina.
Los vecinos no lo pudieron sacar del cuartucho, así que cuando llegaron los bomberos apenas lo pudieron rescatar, pero sus piernas estaban totalmente quemadas. Jóse tenía un balazo en un glúteo y otro en el tórax, además de un hachazo en la cabeza. Nunca quiso decir quién lo había atacado. Le amputaron ambas piernas pero murió a los poco días, su último deseo fue verse en un espejo.
A los pocos días Benancio dejó el albergue y no se supo más de él. Más tarde se pudo contactar a un familiar de Jóse, quién reclamó sus efectos personales. Se supó así que Jóse era hijo de una prostituta y que -de muy niño- había sido abandonado en un convento de Jesuitas donde había sido abusado sexualmente. El familiar de Jóse encontró una cajita donde habían varios mechones de cabello de diferentes mujeres. "¡Que lindo! Guardaba cabello de sus novias" dijo con melancolía.
Y lo que hacía Jóse en las noches nunca se supo ni nunca se investigó.
Y lo que hacía Jóse en las noches nunca se supo ni nunca se investigó.
9 comentarios:
ay.. eso sí me dio miedo..
brrr
Saludos!
Interesante pero como que me dejaron a medias con el relato jejeje
mueranse con su puto relato que malo inventense otra cosa mejor maricones
noooooo valee me dejaron con la intrigaaaa.....!!!!!
mmmmmm na c parece mentira pero a la vz verdad nahhh c stuvo chido pero sta cm a la mitad mmmm o les dio flojera......
QUE MALO ESE CUENTO LO MENOS QUE DA ES MIEDO
me parece una historia muy buena y tenebrosa en mi pensar el era el q mataba a las mujeres
no entendi el relato de la historia
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